Navidad y tentación

Dos palabras que van muy unidas. Una época difícil de manejar en lo que a hábitos saludables se refiere. Si hay algún momento del año en el que nuestro autocontrol se pone a prueba, es en la Navidad. Sin duda alguna, la comida ha demostrado que puede ser una de las mayores tentaciones al debido y necesario sentido común que todo humano debe tener en su estilo de vida. Sabemos que debemos hacer una vida sana, hacer ejercicio, mantener una dieta sana… pero todo eso suele volar por los aires en épocas especiales fuera de toda rutina, como son las navidades o las vacaciones de verano. En el caso de la Navidad, se suma el hecho de que es sin duda un momento en el que la comida abundante y los excesos priman, entrando además en juego ese tipo de alimentos hiper calóricos y que en la pirámide alimenticia ni siquiera aparecen. Son tan inadecuados que si acaso estarían encima de la pirámide; por fuera, muy muy arriba encima de la punta de la pirámide. Pero se suele acudir siempre al clásico «un poquito no hace daño». Y si bien esa máxima es cierta, muchos poquitos sí tienen perjuicios. Y en el caso de la diabetes, las consecuencias se notan desde el minuto cero. Comidas con mucha grasa y curvas post-prandiales ingobernables… dulces que provocan un pico glucémico inmediato con el que luego hay que lidiar… o por el contrario, dulces traicioneros tan exquisitos como complicados que combinan sabiamente tanta grasa como azúcar y que parecen ideados por el mismísimo demonio, como por ejemplo los mantecados y polvorones. Gestionar la glucemia tras estos pecados deliciosos es tarea harto complicada. ¿Qué hacer por tanto en estas fechas que son auténticos exámenes de autocontrol? Sin duda, sentido común. Tengas o no tengas diabetes, el sentido común manda. Cantidades racionales, nada de abusos, y hablando de dulces, poco y bien pensado. Sobre todo centrarse en cómo gestionar en nuestra pauta de medicación lo que vamos a comer. A modo general, hay muchos consejos que circulan en estas fechas por la Red relativos a la dieta navideña. Yo he tomado algunos de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias SEMES, que da una serie de consejos bastante lógicos para esta época:

  • No hagas dieta los días previos a las grandes celebraciones. Llegarás con más hambre y comerás más aún, lo cual es peor.
  • Si hay algún momento del año en el que el ejercicio es positivo es en fechas como estas. No dejes de hacer ejercicio, y sobre todo que sea a diario.
  • Procura introducir vegetales en guarniciones y como aperitivos. Hay muchas maneras de presentarlos y cocinarlos de una manera sabrosa y divertida. Y eso contribuye a mejorar la calidad nutricional de una comida.
  • No abuses de los dulces navideños; auténticas bombas calóricas con escaso o nulo aporte alimenticio. Y procura no comerlos en las cenas ni entre horas.
  • Frena tu ansia y tu hambre. Al masticar despacio y comer lentamente, la sensación de saciedad llegará antes y por tanto, comerás menos cantidad.
  • No te saltes comidas. Eso hará también que evites el indeseado picoteo, que puede hacer saltar por los aires una dieta saludable.
  • El alcohol es muy calórico, y sin capacidad nutricional alguna. Procura minimizarlo. Y en diabetes aún más por los efectos adversos y generalmente difíciles de controlar que producen en las glucemias. A cambio, mucha agua… infusiones…

Alguien dijo algo así como que lo que está más rico es lo menos saludable. No estoy de acuerdo, pero sí que es cierto que entre las muchas comidas nada saludables tenemos no pocos platos que nos gustan sobremanera y que hay que evitar a toda costa. Es cierto que Navidad y tentación son dos palabras que suelen ir muy unidas. Y una vez al año no hace daño. Pero una, no veintisiete. Estas fiestas son momentos especiales en los que nos relajamos un poco de todo. Nos sentimos mejores personas. Todo el mundo parece ser mejor. Momentos de aparcar rutinas, problemas, diferencias. Y en estos días, aparca tus diferencias con Ella; con tu diabetes. Daos un abrazo y dile mirándole a la cara: «vamos a llevarnos bien estos días, ¿vale? tú no me hagas ninguna faena y yo no te haré nada a ti». Eso sí, recuerda que Ella es traicionera, así que nunca bajes la guardia y cuídate para disfrutar al máximo.

Felices Fiestas de parte del Jedi Azucarado.

felices fiestas jedi azucarado