Noviembre, el mes de la diabetes
Ha llegado Noviembre. En mi tierra eso suele significar mes de lluvias, de coger la ropa de invierno y guardar la de verano. En general, Noviembre es ya el comienzo de los «meses oscuros», donde vemos ya los primeros turrones en los lineales de los supermercados, nos cambia la hora y el día es deprimentemente corto. Pero noviembre es también el mes de la diabetes. Cada día 14 de este mes se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, establecido así por la Organización Mundial de la Salud para concienciar a la población sobre los peligros y amenazas de esta enfermedad creciente.
Un día para concienciar. Y sin embargo, no parece que conciencie a nadie, porque las cifras siguen creciendo año tras año. 415 millones de personas en 2015 y se espera que la cifra aumente hasta los aproximadamente 642 millones en el año 2040. Eso significará que una de cada diez personas tendrá diabetes. Negro panorama no sólo a nivel humano por los problemas de salud que conlleva, sino especialmente por los enormes costes sanitarios que arrastra consigo. Actualmente la diabetes es un problema de enorme magnitud no sólo por sus ya de por sí intimidantes cifras, sino porque pocos problemas de salud presentan tanto grado de desconocimiento entre quienes los padecen. Una de cada dos personas con diabetes desconoce tenerla. Abrumadora y demoledora estadística que por sí sola explica gran parte de los problemas que trae consigo esta enfermedad. Si en la diabetes tipo 1 el diagnóstico (el llamado debut, palabra que sabéis que odio y que nunca me ha gustado) es evidente y suele surgir con un episodio agudo, en la diabetes tipo 2 todo es mucho más complicado y difuso. Hasta el punto de que son millones las personas que viven con ella sin saberlo. Esta particularidad de la diabetes tipo 2 presenta un gran peligro derivado del hecho de que en muchas ocasiones han pasado ya años desde que se inicia la enfermedad hasta que se detecta. Y se detecta precisamente por alguna de las complicaciones que surgen fruto de un inexistente control durante años y años. Pero si algo bueno tiene la diabetes, a diferencia de otras enfermedades, es que la tipo 2 puede prevenirse. Bastaría la adopción de hábitos de vida saludables para que hasta el 70% de los casos pudieran ser evitados. Un porcentaje impactante. Otro panorama bien distinto se dibujaría ante nosotros con la diabetes si ese 70% evitara caer en la enfermedad gracias a que adoptaron en su día hábitos de vida saludables y que pasan sobre todo por tan sólo dos cosas aparentemente sencillas y a la vez tan complicadas: una alimentación saludable y un mayor nivel de actividad física regular.
Y a este panorama debemos unir el hecho de que la diabetes tipo 2 (tradicionalmente asociada a la edad adulta) se está dando ya en población infantil. Y esto es consecuencia directa de unos estilos de vida poco adecuados entre los más jóvenes. Tan sólo mejorando la calidad de la dieta y aumentando el nivel de actividad física regular, podríamos evitar que la diabetes tipo 2 se asiente también en los niños, algo especialmente dramático, ya que esos niños con sobrepeso tienen muchas posibilidades de mantener esa condición a lo largo de toda su vida, con los correspondientes aumentos de riesgo en determinadas patologías y problemas de salud de muy diversa índole.
Eyes on diabetes, lema del 2016
Cada año la Federación Internacional de Diabetes IDF -dentro del Día Mundial de la Diabetes- promueve un lema que arrastra detrás un paquete de recomendaciones o consejos sobre un tema, un aspecto, un área en la que fijarse dentro del enorme campo de la diabetes. Este 2016 se titula «Eyes on Diabetes» (algo así como «los ojos puestos en la diabetes»). Se intenta promover algo fundamental y que permitiría evitar muchos problemas de salud a muchas personas, algo que en terminología médica se denomina «screening».
El screening o cribado es un anglicismo que se utiliza para definir una serie de procedimientos encaminados a detectar una determinada enfermedad o problema de salud concreto sobre la población general. El objetivo del screening es sencillamente, anticiparse a ese problema de salud para poder actuar de manera adelantada y evitar así no sólo costes humanos sino un gasto al sistema sanitario. Hay muchas maneras de realizar este screening y todas ellas son las que en este Día Mundial de la Diabetes 2016 queremos que se pongan sobre la mesa para que las cifras de la diabetes no sigan creciendo año tras año. Pero al margen de esa detección temprana, la IDF pone el foco en un adecuado seguimiento a las personas con diabetes para que eso redunde en un mejor control y por tanto, en la deseada reducción de complicaciones y problemas de salud a futuro. Además, se pretende hacer hincapié en una de las complicaciones más frecuentes de la diabetes: la retinopatía diabética, que afecta a uno de cada tres personas con la enfermedad.
No soy estudioso del tema y además no es mi intención poner aquí resultados de estimaciones y cálculos, pero ya existen multitud de cifras sobre la diabetes. Y algunas de ellas hablan del ahorro que supone al sistema sanitario fomentar la prevención de la diabetes en lugar de dedicarse a tratar sus consecuencias. No hace falta ser experto en salud pública para pensar que dicho planteamiento tiene todo el sentido y que deberíamos trabajar en ello de manera urgente, especialmente viendo cómo las estadísticas globales de la enfermedad van en un angustioso y sostenido in crescendo.
Y pensarás: ¿de quién depende conseguir este objetivo? ¿Qué puedo hacer yo, un simple mortal, por este elevado fin? Evidentemente, modificar este negro panorama y poner ese ojo en la diabetes hacia la prevención y la detección es asunto de nuestros sistemas públicos de salud, pero todos sabemos que la presión de los ciudadanos ha sido siempre efectiva en multitud de asuntos… siempre y cuando la ciudadanía se movilice. Ya tan sólo tomando en cuenta a la población con diabetes, somos más de cinco millones de personas en España para las que, de quejarnos conjuntamente, no habría gobierno que no atendiera semejante grito unánime. Pero como suele ser habitual, la implicación de las personas es clave. Debemos tener una actitud activa. No sólo en la gestión de nuestra enfermedad, sino también reclamando que un problema de esta magnitud es lo suficientemente importante como para que quienes tienen capacidad de decisión vean más allá de los famosos cuatro años que les ha otorgado el mandato popular, y se pongan manos a la obra con un creciente problema que lejos de solucionarse, se agudiza cada año.
De momento, como cada año, miles y miles de personas a través de las asociaciones de pacientes saldrán a la calle en el próximo Día Mundial de la Diabetes a intentar poner ese ojo en la enfermedad, tal y como reza el eslógan de la IDF. Pero tenemos que hacer que los otros 364 días del año también se nos escuche y no limitarnos a nuestro «minuto de oro» cada 14 de noviembre en el que tenemos una columna en la prensa o un breve en los informativos de televisión. Si no hacemos nada, seguiremos recolectando las famosas cifras negras de la diabetes. Y estas son algunas de las últimas:
- Cinco millones de muertes anuales. Cada seis segundos muere una persona por la diabetes.
- Más de 670 billones de dólares de gasto sanitario.
- Uno de cada siete nacimientos se ve afectado por culpa de una diabetes gestacional no tratada.
- Más de un tercio del total de personas con diabetes desarrollará retinopatía diabética derivada de un mal control de la enfermedad. Actualmente ya la sufren un tercio de las personas con diabetes.
Actuemos de una vez por todas. Demos una vuelta al modo de atención a la diabetes y pongamos el foco en la detección y la prevención. A quien tiene capacidad de actuación, que actúe. Y a quien tiene (tenemos) capacidad de presión, presionemos. No hagamos que en los próximos años las cifras sean peores…
Fuente: International Diabetes Federation IDF / Atlas de la Diabetes (enlaces externos en inglés) / Si quieres acceder a materiales sobre el Día Mundial de la Diabetes en español, accede a esta sección de la web de la IDF (enlace externo en inglés)
Imagen destacada: International Diabetes Federation.